martes, 20 de diciembre de 2011

Chachachá



Chachachá


El chachachá es un ritmo originario de Cuba por el compositor, director de orquesta, flautista y violinista habanero Enrique Jorrín en 1953. 

La influencia del danzón 

Los danzones(ritmos cubanos rápidos) eran interpretados tan solo por instrumentos, mientras que Jorrín le introdujo las voces de los músicos cantando a coro para darle más potencia. Este estilo gustó a los que bailaban, que ahora podían improvisar más e inventaron nuevas figuras. Durante sus primeros años como compositor, Jorrín sólo componía danzones, respetando sus cánones musicales, pero poco a poco fue modificando algunas de sus partes. Estos fragmentos modificados gustaron tanto al público que decidió independizarlos del danzón hasta llegar a lo que él llamó cha-cha-cha.




  • Ritmo: compases de 2/4 
  • Instrumentación: fue tomada del danzón, que en Cuba se toca con una agrupación musical llamada charanga francesa. Ésta consistía en la percusión, el piano, el bajo, la flauta y una sección de cuerdas. El auge del chachachá promovió este tipo de agrupación, que ya estaba perdiendo adeptos. 
El paso base se desarrolla en 4 tiempos, como su música desarrolla un compas de 2x4 y se baila con dos movimientos lentos y 3 rápidos. 

Historia 

El chachachá como todo género realmente popular no nació de la nada. Se originó como un proceso de evolución y de experimentación de Enrique Jorrín con el danzón. Durante su juventud, lo único que Jorrín componía era música de danzón, que al principio respetaban todos los cánones musicales propios del genero pero después, poco a poco, se iban permitiendo pequeños cambios que los acercaban cada vez más al chachachá. A mediados del siglo XX siendo Enrique Jorrín el director de la Orquesta América, dio a conocer “La engañadora” en 1948, una canción con un nuevo tipo de melodía resultante de sus experimentos con el danzón. La variación consistía en un trió de cantantes que entonaban al unisonó el tema de la composición (el danzón clásico es exclusivamente instrumental) y que le darían ese tono tan característico al nuevo género. Este estilo gusto a los que bailaban, que ahora podían improvisar mas e inventaron nuevas figuras. Jorrín compuso otras melodías del mismo estilo, y el nombre con el que originariamente llamo a sus experimentos fue el “Neo danzón”. Este no es un nombre muy atractivo, pero nos habla de lo que el compositor pensaba de su nueva creación. El nombre que todos conocemos nació con la ayuda de los bailarines, cuando al inventarse el baile que se acoplaba con el ritmo, se descubrió que los pies marcaban un sonido peculiar al rozar el suelo, precisamente en tres pasos de ritmo sincopado, que hemos llegado a denominar chachachá dado que viene de ese sonido su nombre. Este nuevo ritmo se extendió rápidamente por el continente americano, sobre todo en México, donde llego Jorrín para crear su propia Orquesta, hecho que contribuyo a que la Orquesta América también abandonara Cuba dejando paso a nuevas formaciones cubanas que retomaron el chachachá. Su rápida difusión se debió a que es un baile festivo e intermedio, ni muy rápido, ni muy lento, por lo que cualquier persona, con pocas nociones de danza, era capaz de bailarlo y disfrutar con él. Este estilo comenzó a crear sus propios procedimientos gracias al trabajo de compositores cubanos y mexicanos como Ramón Márquez. Richard Egües y Jorge Zamora.

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